lunes, 8 de junio de 2009

Etapa 6. Arzúa - Monte do Gozo

De nuevo una etapa de regalo para la vista y el olfato. El día se presentaba húmedo. Toda la noche lloviendo y la mañana muy nublada.

A pesar de todo decidimos ir por el Camino evitando la carretera. Prácticamente es la última etapa y hay que tratar de disfrutarla al máximo.

De vez en cuando caen gotas y el suelo está con bastante barro, lo que hace que el pedaleo sea lento pero mejor para disfrutar a tope.

Todo iba de maravilla hasta que pasamos de Pedrouzo. Es el último pueblo donde hay albergue antes del Monte do Gozo. En cuanto pasamos el pueblo nos encontramos una subidita de las buenas. Supongo que como despedida. De paso empieza a llover un poco mas fuerte para animar la pedalada. Al coronar el "puerto" me quedo esperando a Rubén que viene un poco rezagado y nada más aparecer me llama para que retroceda hasta donde está.

Cuando le alcanzo veo que su bicicleta no puede avanzar. Ha destrozado el cambio. La cadena enrollada, el cambio entre los radios.... Estamos a 12,5 km de Santiago y tenemos la primera avería de todo el camino. Avería de las gordas. Menos mal que la previsión hace que tengamos las herramientas necesarias para salir del paso. Empieza a llover con fuerza, parece que nos estaba esperando.

Por desgracia, vamos a tener que usar el tronchacadenas y lo destornilladores. Nos ponemos manos a la obra con guantes de látex en las manos para no mancharme demasiado. Puesto que el cambio está totalmente destrozado y no se puede reparar, decidimos acortar la cadena y dejar un piñón fijo como en las bicicletas de antes. Esto al menos permitirá que Rubén pueda avanzar.

Conseguimos realizar la operación gracias a los consejos de otro bicigrino.
Finalmente sujetamos el cambio al cuadro con una brida para que no moleste al pedalear y conseguimos reanudar la marcha calados hasta los huesos.

La lluvia ya no nos abandona en ningún momento y a Rubén no parece importerle demasiado. Yo, la verdad, es que no disfruto lo mas mínimo y cada vez estoy más mojado y con mas ganas de llegar al albergue o encontrar un sitio donde cobijarnos. Noto como empieza a entrar el agua en el interior de las zapatillas y veo que tengo las piernas negras de grasa y salpicaduras de barro. Mi cabreo va en aumento.

Por fin encontramos un tejadillo donde cobijarnos. Después de un rato, en el que no deja de llover, Rubén continúa solo. Le pido que me avise cuando llegue al albergue y me diga si queda mucho o poco para decidir si espero a que escampe o me termino de mojar.

A los cinco minutos aparece Rubén y me hace señas de que continúe. Estábamos a 200 metros de la entrada del albergue del Monte do Gozo.

Por fin hemos llegado. Dejamos las cosas en la habitación y nos damos una ducha reparadora. Las cosas se ven de otra manera después de una buena ducha.













Por la tarde deja de llover y hace que podamos ver Santiago a lo lejos. Incluso vemos las puntas del campario.....

Mañana por la mañana llegaremos a la Plaza del Obradoiro.

Datos del velocímetro:
Tiempo: 3 h. 39 m. 50 s.
Distancia: 36,91 km.

Velocidad media: 10 km/h.
Velocidad máxima: 34,8 km/h.

1 comentario:

Unknown dijo...

Que compraras el tronchacadenas (no sabía ni que existía algo así hasta que no me lo dijiste) fue una señal de Santiago para hacer feliz a la gente. Je,Je,Je Primero en la casa de campo y después allí. Estoy seguro que habrá gente que no lo haya usado en la vida. Mamma mia y la gente comprando GPS para la bici... lo fundamental es lo fundamental.